lunes, 23 de abril de 2018

XIII Concurso Literario IES Emilio Prados















Bases:
1.      Podrán participar todos los alumnos y alumnas del centro.

2.      Relato corto. El relato ha de ser original, inédito, de tema libre o bien continuar la historia a partir del inicio propuesto a continuación y con una extensión máxima de 3 folios.

3.      Los trabajos se presentarán escritos en fuente Times New Roman, tamaño 11, interlineado sencillo, por una sola cara y en folios blancos.

4.      Se entregarán en la Biblioteca en sobre cerrado y sin el nombre del autor, sólo se especificará un seudónimo; además se acompañarán de un sobre pequeño en el que se especifiquen los datos del autor (título del texto, nombre y apellidos a los que corresponde el seudónimo y curso y grupo al que pertenece).

5.      La fecha límite de recepción de originales es el día 4 de MAYO.

5.       También se otorgará un único premio a la participación en la categoría de poesía.

A.    Categoría Relato corto

• 1º, 2º y 3º ESO:
                              1º premio, cheque regalo valorado en 30 €.
                              2º premio cheque regalo valorado en 10 €.

• 4º ESO, 1º y 2º Bachillerato y Adultos:
                              1º premio, cheque regalo en 30 €.
                              2º premio, cheque regalo valorado en 10 €.

B.     Categoría poesía

·                     Un único premio, cheque regalo canjeable valorado en 20 €.

6. Los premios pueden quedar desiertos si el jurado estima que los trabajos presentados no poseen la calidad suficiente.

7. La entrega de premios será antes del final del curso, en la Biblioteca.




Propuesta de inicio del relato

Q
ue cayeran lágrimas de fuego del mismísimo cielo podría suponerse menos extraño que la total ausencia de sentimiento que mostraba. Parecía como si aquello que estaba sucediendo ante los atónitos ojos de todo el mundo, no representara para él más que una gran mascarada mil veces vista.
Como una enorme vela que dejase gotear su cera ardiente, así se derramaban las llamas en el firmamento, deshilachándose sin ruido, para desaparecer y sólo mostrar una leve estela azulada en la noche.
Un profundo silencio parecía gobernar, algo casi impensable hacía unas horas. Sólo las miradas al cielo, como si pretendiesen desentrañar el significado de aquello. Con el asombro de la belleza producida y el estupor del fuego que cae, como si del preludio de un castigo divino se tratara. Entre ese debate se movían los sentimientos de casi un millón de personas. Con el temor a perderse una imagen, el temor a moverse, el temor a que cayese sobre sus cabezas.
Nada de eso ocurrió. Después de un par de horas el espectáculo finalizó. Algunos corrillos de personas comentaron medio jocosamente el asunto, buscaron explicaciones plausibles para su tranquilidad y fueron entrando en sus rutinas.
 Él ya había terminado de cargar su coche. Cerraba la puerta de su casa al unísono de las de los demás, pero él por fuera. La bahía reflejaba trémulamente la falsa imagen nocturna de la ciudad. No miró hacia atrás, sólo cogió su vehículo y marchó por la autovía. Lo único que le interesaba era subir lo más alto que pudiese.
El bluetooth del auto recibió una llamada: “coordenadas en vértice dos”. Tomó la salida a Granada.
Iba pensando en la Segunda Guerra Mundial. Aún no había terminado, aunque casi la totalidad de la gente pensara que sí, pero ya quedaba poco. Lo más curioso es que la iba a ganar un país que no existía cuando comenzó. Una sonrisa burlona se dibujó en su cara. Había algo de venganza, de resentimiento en ella. Aceleraba mientras escuchaba la radio. Para la tranquilidad del mundo restante se comentó que había entrado en la atmósfera un viejo satélite y se había deshecho. No había más peligro…
Seguía sonriendo. Un breve comentario surgió de su boca sin que lo pensara demasiado: “mañana me lo vuelves a contar”.
Se acercaba a Loja…
                                                                                                                    Paco Ucero.

                  ¡Anímate y participa!

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